Si vas a escribir un poema
no lo hagas sintiéndote desfallecer
como pendejo en
un jardín,
o con el pecho oprimido
por el peso del alma
tampoco describas el crepúsculo
la nostalgia
o lo que fuere.
Si vas a escribir un poema
Tómatelo en serio y en calma
date cuatro palos en la barra.
Recuerda también que fingir odiar la literatura
puede resultar efectivo,
Porque de lo contrario
te etiquetarán de maricón
tus panas de botella y la mujer
que tienes en casa
Si vas a escribir un poema
no hay que ponerse con cabronadas,
y hay que llamar las cosas
por su nombre
y nada de inventarles ornamentos
o tomar prestado del diccionario
nuevos giros
porque total,
siempre terminan los vocablos al igual
que las mujeres
desnudándose en parajes oscuros.
Si vas a escribir un poema
No está demás que bajes el tono
Tampoco te sirve guillarte de loco
Porque a veces la vida
Se confunde con la sombra
Y la sombra en ocasiones
Es parecida a la nada
Y la misma no es algo que merezca recordarse.
Saldré del hastío
y de estos
hilachos melancólicos
que el silencio y la soledad
amarran al corazón.
Porque el amor es compañía
y ya no sé caminar solo...
La buscaré en la eternidad del viernes
entre las caras repetidas
y gastadas en la monotonía
de un cristalino bolero que no termina.
La tomaré del talle
entre la limpia claridad de unas copas,
escribiré su nombre en la obscuridad
aferrado al humo de otro cigarrillo.
Ya ves, que no es capricho mi bohemia
es que tu ausencia apaga los destellos
de la azul luna en tus ojos...
y repito la eternidad monótona
de respirar trozos de esperanza
ahogado de alcohol en este bar.
Ya ves... no quiero recordarte,
quiero sacudirme el polvo de la realidad
si te recuerdo es porque estás ausente,
y si iluminado vuelo en una fusa
o en la embriaguez de un bolero
me pierdo en la fugacidad
del beso ajeno... no me culpes.
Es que vivo un
amor, un amor...
siempre ausente.