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Nacimiento,
encarnación y reencarnación
Entonces a usted y a mi que habitábamos en dimensiones de espacio y
tiempo cuántico, en dimensiones no materiales, nos dá por hacer una
manifestación en la fisicalidad.
Estuvimos en la espera por
espacio de 400 años. Para regresar a la
vida de lo sentidos corporales, hemos prometido olvidar quienes somos, entes
etéreos cuya morada reside en lo espiritual y no en lo físico. El proceso de manifestación
del ser de luz que somos usted y yo se realiza a través de ese ser maravilloso
llamado madre; la cual dona su
cuerpo físico temporalmente para traer a la vida a nuevos seres de luz, y un
padre aportando los valores de fuerza, valor y empuje en este. Durante el proceso de embarazo, la madre
prepara los materiales con los que esa personalidad alma tendrá la vivencia en
este plano físico. Los materiales son físicos- energéticos, emocionales,
astrales y mentales.
Solamente una porción de nuestra alma
individual el 10% desciende hasta la
fisicalidad para vivir dicha experiencia.
El otro 90% su Yo Superior o Thetan permanence en otras dimensiones de
luz regidas por estados vibratorios más elevados. No es hasta el cuarto mes, cuando el cerebro
puede asimilar el impacto de energía en que vibra el alma que el 10% de la
misma se manifiesta en el feto a través del chakra de la corona. y es
desde ahí hasta el quinto mes de
embarazo donde se decide proseguir o no con la encarnación para vivir esta nueva experiencia en la
fisicalidad. Antes de estos momentos el
feto se debate entre esta aceptación
de la madre, su misión, y reconocimiento.
A partir del mes número siete usted y
yo podemos encarnar cuando asi lo decidamos, avanzaremos o retrasaremos el
momento de acuerdo a el plan que hayamos
establecido y de nuestra misión a cumplir . En contra de lo que muchos creen,
esta nueva aparicion en la fisicalidad está perfectamente delineada y
organizada por nosotros mismos. Somos nosotros
dentro del claustro materno y durante la espera de cuatro siglos en
tiempo lineal, quienes elegimos siempre cuando nacer.
Bien,
ya estamos aquí, los
elementos constitutivos del cuerpo tanto físico, emocional y mental del ser de
luz encarnado, están regidos por fuerzas que por su anterior y más antigua
evolución tienden hacia la plena e intensa sobrevivencia en el plano material como
prerrogativa. Es por esa razón que cuando se nos pregunta ¿ cómo estás? casi
siempre contestamos ‘’tratando de sobrevivir’’ pero no fue para eso que nos
manifestamos. Esa práctica va en sentido
opuesto a la energía divina del alma personalidad que tiende a hacer vibrar la
materia en otra frecuencia más elevada; lo que se traduce en actividades y
vivencias que rompan la mera sobrevivencia y entreguen un sentido de
trascendencia a la materia ( energía, emociones, pensamientos). El significado esotérico del pecado original
es este precisamente y no otro. Lamentablemente
ha tomado con el tiempo otro sentido y significado. La lucha queda establecida entre la lucha por
la sobrevivivencia que por virtud de nuestra genética tiende a manifestarse de
manera constante y el alcanzar niveles superiores de conciencia por medio de
las emociones, energías y pensamientos de caracter positivo.
La fisicalidad en la cual nos hemos
manifestado es un enorme pozo gravitatorio lleno de la urgencia por sobrevivir,
de atracciónes materiales, plagada de deseos,
ansias de poder y manipulación. El mundo físico de tercera dimension está
repleto de miles de distracciones, las
cuales no garantizan que tendremos éxito en nuestro proceso de aprendizaje
durante la encarnación. Otro punto importante a destacar es la
cuestión de los roles. Estamos tan apegados a ellos, como padres, madres, hijos, hermanos, maestros,
policies, medicos, abogados, que nos olvidamos que solamente estamos interpretando
un papel, como si fuera una obra de teatro. Obra en la que al terminar,
derrumbado el escenario montado para la misma y habiendo marchado los
espectadores, solamente quedan los actores.
Estamos demasiado entretenidos en el papel que realizamos, en el rol,
olvidando lo neurálgico y trascendente que es el preguntarnos qué virtudes
estamos desarrollando y adquiriendo (si alguna) durante esta experiencia que
para algunos es llamada, Luis, María,
José o Lourdes.
En el
espejo del Infinito Cosmos aparecen tres imagenes reflejadas, la primera es la
de lo que creemos que somos aquí en el mundo físico, la segunda imagen nos
revela lo que lo demás seres que viven y comparten esta experiencia con nosotros piensa que somos (casi siempre creada por el dogma religioso),
la última imagen reflejada en el espejo del Infinito es la de nuestra realidad
espiritual nuestra única y gran verdad, eso jamás se debe olvidar…
©opy®ight Luis Edgardo Rivera Abadia
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