Memorias de la calle Quiñones - Rumba pal que sabe

Caminaba hacia la plaza pública, el eco de la tumbadora, el requinto y la clave se entremezclaba con el ocre olor de la cannabis y esa preocupación constante de ser llamado a combatir en la Guerra de Viet Nam.De que una bala vietnamita mordiera tu carne y regresaras en un sillón de ruedas con $2000 de pensión o en una bolsa negra y una bandera yanqui de regalo a tu mamá.''Llegó Superman bailando guaguancó, llegó Superman bailando guaguancó.

Eran los finales de los 60, la calle que conducía hasta el rumbón en la plaza era tan estrecha como nuestras oportunidades de salir del círculo de pobreza de mi pequeño pueblo en el que el progreso material y espiritual quedaban detenidos. Papó y Johnny Maunez febrilmente castigaban lo cueros tratando de emular a sus ídolos percusionistas, Patato, Mongo Santa María y Barreto. Pablo Matito marcaba el ritmo del corazón de la rumba con el cencerro, cosa de que todos estuviesen en clave.

Una veintena de mozalbetes con äfros, bell bottoms y collares santeros coreaban el guaguancó de los Papines.Algunos bailaban con las chicas, otros enterraban sus sueños en la magia sicodélica del ácido de escama, del dulzón hachis o la marihuuana... artificio de olvido de los pobres.Emprendiendo un viaje del que jamás regresarían, viaje sin esperanzas buscando escapar de la cruel realidad de tocar puertas que dificilmente se abrirán al menesteroso.

Unos disparos quebraron nuestra fiesta de evasión, de sueños de la rosada adolescencia, de ritmos afrocubanos de viernes en la noche.

__Corre Negrillé carajo ¡, corre...

Claro que Negrillé corría,como casi todos nosotros Negrillé era atleta de pista y campo, jugador de basket, mulato y pobre. Vendía pasto para Héctor el Ruso, un contable recién egresado de la Universidad y que en lugar de llenar planillas, llenaba bolsas de pasto.El peinado africano de Negrillé se movía con la misma violencia que sus piernas, con la violencia que la vida lo bautizaría ese día.

__Carajos..pensaba, ¡es la primera vez que veo guardias sin uniforme! Dos jóvenes sudorosos por el doloroso esfuerzo aeróbico le perseguían y le disparaban, eran los jaras, los rentas , los camarones.Como ocurre al ver una película, el enjuto chico del afro rubio y gruesos espejuelos que a distancia contemplaba la escena, la camisa con la imagen del Ché Guevara , deseaba en silencio que no atraparan al supuesto ''malo''. La tristeza y desesperación de un pobre siempre crea en sus iguales ese sentimiento de empatía e impotencia, nuestro dolor siempre es uno.

Los zapatacones traicionaron al aprendiz tirador de drogas o quizas fue este injusto sistema social; era sumamente dificil desplazarse 100 metros cada 11 segundos con zapatos con tacos de 4 pulgadas de alto ...como lo era conseguir trabajo en este Macondo del este de Borinquen.
Se enredó entre las mangas de las bombas de la gasolinera Esso y de paso enredo su libertad entre un ovillo de barrotes y visitas de domingo al campamento penal Punta Lima.

Fue nuestra última rumba en la plaza pública, una ordenanza municipal sello para siempre ese ducto por el que escapábamos de la realidad.Negrille fue el primero de nosotros en ser apresado, de paso fue la primera visita de agentes de narcóticos a nuestro olvidado pueblo. De esta manera terminaron muchos de mis compañeros de escuela y amigos, cobijados por el desamparo y el hambre, llenado los espacios vacios de sus noches con tristezas y desesperanzas del alma en una cárcel, hospital o tumba..Pero a quién le interesaba; la vida de un pobre a los ojos de los politicos de turno y gobernantes en este pais es servilleta que utilizan para secar el llanto hipocrita de sus promesas, para luego ser desechada cuando cumple su cometido. Tres décadas ha deshojado el almanaque. Inexorable esta experiencia cumplio su proposito en mi espiritu. No asi, la necesidad material y del alma que sufre nuestro pueblo. Aun continúan persiguiendo a Negrillé, todavía sigue enredado en una madeja de barrotes, tratando de huir de la sombra de la pobreza y de las oportunidades que le son vedadas a los menesterosos de la tierra.Nuestro rumbón de fin de semana ya no suena en nuestra plaza...se ha mudado y anudado a un rincón de nuestros corazones en un espacio llamado...nostalgia.